La Gaceta de la AAMR

Nuestra asociación se encuentra actualmente consolidada tanto desde el punto de vista científico como administrativo, respetada en el ámbito nacional e internacional y en constante crecimiento. Estos logros se sustentan en la historia, representada en el esfuerzo y el trabajo de todos ustedes. Nuestra Comisión Directiva quiere recordar la historia de la AAMR y que las nuevas generaciones de neumonólogos conozcan a través de la palabra de los Ex presidentes cómo se fue desarrollando nuestra querida institución.
A lo largo de estos envíos tomaremos un espacio de nuestra Gaceta para homenajear a personas y hechos que nos llevaron a lo que somos hoy. Recordar la historia de la AAMR, es reconocer el compromiso que tuvieron con esta institución.

En esta edición, queremos presentar al primer presidente que tuvo a AAMR, el Dr. Eduardo Abbate. En una interesante entrevista nos cuenta su experiencia al mando de una Asociación que daba sus primero pasos.

Dr. Juan Manuel Ossés


¿Dr Abbate cómo era la actualidad laboral y profesional en lo década de los 90?
En ese entonces para ser Neumonológo se requería una carrera Universitaria (Universidad de Buenos Aires, Rosario o Córdoba) o concurrir a un Servicio de Neumonología reconocido oficialmente por 2 años (Ministerio de salud Pública de la Nación). Esto creaba grandes diferencias en el nivel académico de los Especialistas y exigía (sobre todo a  algunos  Médicos del Interior) a tener que vivir 2  o 3 años en esas ciudades. Los Congresos de la Especialidad eran organizados por una Comisión Directiva elegida en Asamblea del anterior Congreso y no había otra actividad el resto el año. Había Sociedades en distintas provincias que funcionaban en forma independiente y no había comunicación fluida entre ellas.

Estos llevó a que muchos neumonólogos (liderados por el Prof. Dr. Aquiles Roncoroni) nos reuniéramos con el propósito de crear una Asociación Argentina de Medicina Respiratoria que fuera realmente Nacional, donde todos los neumonólogos del país estuvieran representados y pudieran trabajar durante todo el año en objetivos comunes. También se consideró oportuno que esta nueva entidad fuera capaz de Recertificar y Certificar mediante convenios con las Escuelas de Medicina del país los Títulos de Especialista y que las Secciones de la misma pudieran publicar Normas obtenidas por Consenso basadas también en la evidencia de distintas aspectos del diagnóstico, clínica y tratamiento de la patología respiratoria de nuestro país.

¿Cómo fue la experiencia de ser el Primer Presidente de esta Asociación?
Después de mucho trabajar y discutir logramos acuerdo en los Estatutos que regirían esta nueva Asociación y se decidió llamar a elecciones durante el Congreso de la Especialidad de 1997 a realizarse en la ciudad de Santa Fe.

Grande fue el Honor de ser elegido Presidente por mis pares en esa Asamblea y más grande la responsabilidad de poder cumplir con los objetivos que habíamos soñado. Nada se podría haber hecho sin la colaboración, el trabajo intenso y el entusiasmo que pusieron todos los integrantes de esa memorable, al menos para mí, primera Comisión Directiva (aprovecho la oportunidad para expresarles una vez más mi reconocimiento). Comenzamos con un aporte económico voluntario de los Socios Fundadores y fuimos “haciendo camino al andar”.
Fueron años vividos casi en exclusivo para la Asociación, pero con mucha satisfacción al observar que cuando las reglas son claras todos quieren colaborar, y con este trabajo fecundo pudimos ir edificando de a poco lo que luego siguió creciendo hasta llegar a lo que es hoy nuestra Asociación.

¿Qué anécdota puede compartir con los Socios?

Como dije las elecciones se realizarían en la ciudad de Santa Fe y hacia allí nos embarcamos (muchos neumonólogos ) el 10 de octubre de 1997 en un vuelo de la empresa Austral. El vuelo fue bastante movido y el piloto no pudo aterrizar en Santa Fe por razones meteorológicas, por lo que decidió regresar a Aeroparque.
Después de mucho esperar fuimos llamados a embarcar nuevamente y esta vez llegamos sin inconvenientes a nuestro destino. Lo que nos llamó la atención a todos es que las azafatas lloraban durante el vuelo. Al arribar nos informaron que otro avión de Austral que venía de Posadas enfrentó la misma tormenta y por fallas técnicas se había precipitado a tierra en Nuevo Berlín (Uruguay). El destino quiso que llegáramos a Santa Fe y realizar las primeras eleccionesde la Asociación.

¿Cuál fue el logro obtenido más importante?
Indudablemente poner en funcionamiento la Asociación y organizar el 27 Congreso Argentino de Medicina Respiratoria en la ciudad de Buenos Aires con un record de participantes que superó nuestras expectativas.

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