En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la situación de pandemia respecto al síndrome respiratorio agudo severo producido por un nuevo betacoronavirus (SARS-CoV-2A) originado en China1. El síndrome
fue denominado COVID-19 y por la similitud con el Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS-CoV en 2002) y el Middle East Respiratory Syndrome (MERS-CoV en 2014) se consideró la experiencia en el tratamiento farmacológico de
dichas entidades para este nuevo virus como el punto de partida ya que se identificaron grupos similares de riesgo de neumonía grave y muerte2 . A su vez los medios masivos de comunicación y las redes sociales fueron
canales de propuestas de tratamiento no basadas en evidencia científica. Ante la urgencia de contar con recomendaciones terapéuticas, desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) se realizó un proceso abreviado
de adopción/adaptación de recomendaciones, asumiendo las dificultades, incertidumbres generadas por un nuevo virus y por lo tanto pasibles de continua revisión.
Referencias:
1. Zhou P,
Yang X-L, Wang X-G, et al. A pneumonia outbreak associated with a new coronavirus of probable bat origin. Nature 2020;579(7798):270-273.
2. Wang B, Li R, Lu Z, Huang Y. Does comorbidity increase the risk of patients
with COVID-19: evidence from meta-analysis. Aging 2020;12(7):6049-6057.